La incertidumbre se apodera del mercado y la razón no es nueva: los coletazos de la crisis de las hipotecas de alto riesgo en EE.UU. La rebaja en la recomendación de varios bancos de inversión y el anuncio de problemas por la “inquietud subprime” en el estadounidense State Street vuelve a pesar sobre la renta variable y sobre el ánimo de los inversores. Y los nuevos datos que se van conociendo no ayudan: baja la confianza del consumidor en EE.UU y, en Alemania, el instituto de análisis GFK prevé que ésta caiga a 7,6 puntos en septiembre, frente a los 8,5 puntos del dato revisado de agosto. Y esta desconfianza se traduce en ventas en la bolsa. Ante esta situación del mercado,
Jose Manuel Ollero, jefe de análisis de Noesis considera que no hay que buscar suelos compulsivamente, sino dejar que las presiones sigan su curso. Entiende que "es necesario superar los 14.480 puntos para que la subida pueda ser sostenible a corto plazo", mientras que los 13.600 serían la referencia de soporte que hay que tener en cuenta.