El balance del Estado es el resultado de unos gastos que se situaron en 205.714 millones de euros, mientras que los ingresos no financieros alcanzaron los 105.929 millones. En términos de caja, el Estado presentó en 2009 un déficit de 87.281 millones, frente al saldo negativo de 18.747 millones de 2008.

El resultado presupuestario muestra que la Administración Central ha asumido la mayor parte del coste de la crisis. El impacto de las rebajas fiscales aplicadas y los cambios normativos introducidos en los últimos meses se estima en 39.910 millones de euros, según cálculos del Gobierno, que explican más de una tercera parte del déficit público de 2009.

En enero de 2010 y en términos de Contabilidad Nacional, el Estado registró un déficit de 706 millones de euros, lo que equivale al 0,07% del PIB. Sin embargo, este dato no es relevante para la evolución de los próximos meses, señaló Ocaña.