Un portavoz del organismo supervisor confirmó a Europa Press la celebración del encuentro y recordó que la CNMV ha contribuido a fomentar la transparencia obligando a los inversores a declarar las posiciones bajistas en entidadades financieras cuando superen el 0,25% del capital.

Sin embargo, el organismo que preside Julio Segura considera que la respuesta a la suspensión de las ventas a corto "debería ser única a nivel europeo", por lo que no introducirá ninguna variación en su postura. Además, el supervisor argumenta que existen diversas opiniones sobre si estas órdenes afectan sustancialmente a los mercados o no.

Expertos consultados por Europa Press explicaron que las ventas a corto están afectado a muchos valores del mercado español, provocando recortes más pronunciados de los que cabe esperar para un momento bajista como el actual.

Pese a la postura oficial del supervisor, diversas fuentes del sector financiero indicaron a Europa Press que la CNMV estaría estudiando la situación. "Lo tienen encima de la mesa", opinaron desde un banco mediano, que prefirió no ser citado.

A la reunión con la CNMV acudieron las entidades más afectadas por las 'short selling', que son Banco Popular, BBVA, Santander, Banesto y Banco Sabadell, aunque entre los expuestos a estas prácticas también se cuentan entidades como Mapfre y Sos Cuétara.

El sector ha reclamado al supervisor que suprima de forma temporal las ventas a corto, al menos hasta que se normalicen los mercados, y subrayaron que no es un problema que afecte tan sólo a la banca, sino que tiene "un efecto dominó" sobre toda la cadena de la economía española, explicaron las mismas fuentes.

Además de acudir a la CNMV, los representantes de diversos bancos habrían mantenido contacto con organismos "al más alto nivel". Según publica hoy 'Cinco Días', la banca también ha reclamado la suspensión de las ventas a corto ante Economía y el Banco de España.

"ES UN TEMA DE ESTADO".

"Ya no es sólo un ataque al banco y sus accionistas, sino a la sociedad", explicaron desde una entidad, porque esta dinámica de desplomes bursátiles está afectando también a muchas pymes, ya que con frecuencia cuentan con acciones como garantía sobre préstamos, por lo que al caer el valor tienen que aportar más garantías, y si no pueden hacerlo terminan cerrando su negocio, "lo que genera morosidad y paro".

"No se trata de un tema de mercado, sino de un tema de Estado", señalaron fuentes financieras, que subrayaron que con estas operaciones se drena liquidez del sistema (unos 50.000 millones de euros) e incidieron en que un menor precio de venta merma los ingresos en las arcas públicas por los impuestos derivados de las operaciones bursátiles.

Las ventas a corto representan entre el 60% y el 70% del volumen negociado en Bolsa a diario, indicaron las mismas fuentes, que precisaron que llegan a mover hasta el 20% del capital en algunos casos.

En este sentido, denunciaron que detrás de estas operaciones están inversores institucionales extranjeros, todos ellos bancos a los que se ha inyectado capital desde sus respectivos gobiernos, como Goldman, ING, Merryl Lynch, Credit Suisse o UBS.

Además, las fuentes consultadas apuntaron que estas entidades primero rebajan los precios objetivos con informes de "escaso rigor" y "fallos técnicos", y "al día siguiente son los primeros que mueven posición" apostando por la bajada de la acción.

"Nos tienen ganas", dijeron, porque estos bancos están afectados, mientras que la banca española no ha sufrido ningún descalabro como ellos vaticinaron en sus informes, indicaron desde un banco español.