Los inversores tenían ganas de compras y esta vez el crudo ha dado una tregua. Europa comenzó moderadamente optimista al calor de la caída experimentada por la cotización del
oro negro y las alzas lograron prolongarse hasta el cierre, gracias a la apertura alcista de Wall Strret, que también se benefició de un dato de ISM de servicios mejor de lo esperado –subió hasta los 49,5 puntos en junio-. Los inversores europeos manejaron varias referencias de interés a este lado del Atlántico, aunque ninguna de ellas servía para dar alas al parqué
y se obviaron. Léase el PMI de servicios de la eurozona, que cayó hasta los 48,3 puntos, la peor cifra en cinco años o las ventas del comercio minorista que se redujeron en un 0,6%, siendo España el país que más penalizado. El crudo dio un respiro, después de meses de escalada incansable y eso hay que celebrarlo. Especialmente en una jornada en la que la Reserva Federal de EEUU decidirá qué hacer con los tipos de interés. El mercado no augura cambios, aunque estará muy pendiente de las palabras que pronuncie su presidente, Ben Bernanke, porque podría incidir en las tensiones inflacionistas. Ni el agorero ex presidente de la FED, Alan Greenspan, logró impedir la fiesta compradora, después de pronosticar que diferentes gobiernos del mundo deberán acudir al rescate de más entidades financieras antes de superar las actuales turbulencias. Con todo, el Ibex 35 sumó un 2,65% hasta los 11.751,40 puntos.Gráfico Ibex 35