Respecto al escenario macroeconómico español, se espera una reducción del PIB de entre el 0,8% y del 1,3%, así como una contracción del consumo privado del 0,6%, en especial por los bienes de consumo duradero, "debido al impacto de la crisis financiera sobre la liquidez, y también por el elevado endeudamiento de las familias y el previsible aumento del paro".
El consumo público aumentará un 3,6%, lo que incrementará el déficit de las cuentas del Estado debido a la menor recaudación impositiva prevista.
La formación bruta de capital "sufrirá un fuerte retroceso" (-8%) por la crisis en el sector de la construcción y su influencia en la industria auxiliar, así como por la disminución de actividad en el sector del automóvil y empresas relacionadas.
La demanda interior bajará un 2,2% y las importaciones un 3,5%, mientras que las exportaciones crecerán un 0,5% --a un ritmo inferior al de 2008 por la crisis internacional--.
El IPC oscilará entre el 1,8% y el 2,3%, y los tipos de interés ente el 1,2% y el 2% a corto plazo y entre el 3,3% y el 3,8% a largo plazo. La Bolsa de Barcelona prevé que los tipos "continúen a la baja en Europa en la primera mitad del año para cerrar el ejercicio en niveles similares a los actuales".

