Sumándose a la emisión de deuda de 33,3 billones de yenes ya fijada en el presupuesto estatal, el total de nuevos bonos para el año fiscal que se extiende hasta marzo de 2010 podría alcanzar los 44 billones de yenes, excediendo el récord establecido en el año fiscal 1999. Con una elección posiblemente reñida dentro de unos meses, el Gobierno está bajo presión para que reactive la economía mientras la crisis global ha reducido fuertemente las exportaciones y las ganancias corporativas, lo que llevó a las firmas a recortar su producción y a despedir a miles de empleados.

Los detalles del plan impulsaron las acciones de las compañías que se cree se beneficiarían por el perfil ecológico de las medidas, como las que producen paneles solares o coches ecológicos, pero economistas han dicho que el paquete podría dejar una fuerte resaca. "Los contenidos lucen como medidas temporales para la demanda concentrada, pero no parecen tomar en cuenta un incremento en la productividad por el lado del abastecimiento", dijo Masamichi Adachi, un economista de alto rango de JPMorgan.

"Esto podría contribuir al Producto Interior Bruto por un año. Las consecuencias a largo plazo serían negativas debido a que estaríamos sumando más carga fiscal. La emisión de bonos aumentará de aquí en adelante", agregó. El plan, dado a conocer por el gobernante Partido Liberal Democrático en vísperas de un discurso político que ofrecerá el jueves el primer ministro Taro Aso, posiblemente no sufrirá variaciones significativas de cara a un anuncio formal que se realizará el viernes.