Un nuevo foco de desconfianza apunta a la economía irlandesa. El mercado especula con la posibilidad de que el país necesite ayuda externa para hacer frente a sus problemas financieros. Aunque el país ha desmentido estos rumores, lo cierto es que los CDS – créditos ante riesgo de impago- registran niveles récord. ¿Y ahora?
La mecha la ha encendido el diario Irish Independet y el fuego no ha tardado en extenderse a todos los mercados. Irlanda podría necesitar buscar ayuda externa si se materializan más pérdidas imprevistas en el sector financiero o se deterioran las condiciones económicas más allá de las previsiones en los meses próximos. Lo ha publicado el diario haciéndose eco de un informe de
Barclays Capital. Y al mercado no le ha extrañado: desde ayer los CDS – medida del coste de asegurar la deuda soberana contra el posible incumplimiento de pago en un plazo de cinco años- se han colocado por encima de los 400 puntos básicos.
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En un intento por frenar la euforia que se desata en este tipo de informaciones, o porque realmente la economía irlandesa no está tan mal como la pintan, tanto el gobierno irlandés como el FMI han desmentido estas informaciones. El gobierno ha manifestado que el reporte de la entidad británica se basó en "una mala interpretación local de un informe de investigación". Sin embargo, los informes se acumulan. Ayer Financial Times se dedicaba a felicitar a España, por la proactividad mostrada a la hora de hacer frente a los problemas financieros, no hacía lo mismo con Irlanda “una de la economías que siguen dando motivos de preocupación (junto a Portugal y Grecia) porque tienen que pagar muchos más intereses por su deuda al aumentar la preocupación de que puedan llegar a una situación de impago”, reconocía el rotativo. De hecho, los futuros de los bonos del gobierno alemán han tocado máximos tras ampliarse el rendimiento entre los bonos de Irlanda y los referenciales alemanes. El bono Irlandés ha llegado a cotizar por encima del 6.2% en la sesión.
Rendimiento bono Irlandés a 10 años

El talón de Aquiles de esta economía “está en poseer un crecimiento ficticio basado en impuestos muy bajos, lo que generó una burbuja y endeudamiento atroz en la economía”, reconoce Juan Laborda, estratega jefe de LorenzoDávilaEAFI. Este experto reconoce que si analizamos los servicios del Estado “consecuencia de los impuestos tan bajos, observamos el desastre de los mismos en infraestructuras, sanidad, educación…”. Unas bajadas de impuestos que sólo han servido para generar inflaciones de activos y procesos de endeudamiento masivo. Un déficit que sirvió a Standards and Poor´s, hace poco menos de quince días, a rebajar la calificación del país hasta la AA-, sin descartar otra rebaja en los próximos años y que otra agencia tome la decisión.
Según Miguel Ángel Bernal, profesor de la Fundación de Estudios Financieros esta economía no sólo tiene déficit público “sino que los avales que concedió a su sector crediticio se tienen que renovar a lo largo de este mes y del próximo trimestre. Algo que no es déficit público pero sí abre la posibilidad de que se amplíe”. De nuevo aparece el Anglo Irish Bank. La entidad fue nacionalizada en 2009 y en el último mes ha recibido dosis de desconfianza: no sólo por las pérdidas de más de 8.200 millones registradas en el primer trimestre, sino por autorización de la Comisión Europea para la inyección adicional de 10.054 euros de fondos públicos al capital de la entidad. Una medida “que ha ayudado a elevar hasta el 113% del PIB la deuda de Irlanda. Nivel de endeudamiento que supera en 1.5 veces la media de la Zona Euro”, reconocía la agencia de calificación en su último informe.
El propio Fondo Monetario Internacional ha indicado que el país de los tréboles “no necesita ayuda, al menos de momento”. Aunque el país no está completamente seguro, “tiene una posición cómoda al haber obtenido gran parte del dinero que necesita este año” pero ¿y el que viene? Eso parece que es otra historia.

