Los inversores que habían adquirido derivados de Lehman acabaron perdiendo su dinero, recuerda el rotativo. La demanda se basa, según Deminor, en la información "equivocada o inexacta" que facilitaron los bancos revendedores a los inversores, a los que no alertaron suficientemente del riesgo asociado a los productos. La organización hace hincapié en que la mayoría de los inversores afectados decidieron, aconsejados por sus asesores, utilizar el dinero que tenían en cuentas de ahorro para comprar derivados de Lehman, una operación que conllevaba riesgos mayores de los que no fueron informados.

Subraya que los folletos facilitados a sus clientes por Deutsche Bank y Citibank (un texto en inglés, resumido en francés y neerlandés) menciona la existencia de un riesgo, pero subraya que es reducido dada la buena calificación crediticia de Lehman.