De este modo, Intel advirtió de que "podría haber una serie de efectos de la crisis que afectaran al negocio de la compañía, incluyendo la insolvencia de algunos proveedores clave que podría originar retrasos en los productos, la incapacidad de los consumidores de encontrar la financiación necesaria para poder comprar los productos de Intel y/o la posible insolvencia de los clientes, y el creciente coste o imposibilidad de obtener financiación para financiar las operaciones de la empresa a corto plazo mediante la emisión de deuda".


Por otro lado, Intel apuntó que la industria de semiconductores se caracteriza por un elevado porcentaje de costes fijos o difíciles de recortar en el corto plazo, mientras que la demanda es altamente variable y sujeta a considerables caídas que podrían dañar el negocio de la empresa, su resultado operativo y las condiciones financieras.


Asimismo, Intel anunció hoy que ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno y la industria de Taiwan para el desarrollo y la extensión de la red de telefonía de cuarta generación en la isla, para lo que realizará una inversión de 386 millones de dólares taiwaneses (9 millones de euros).