No hay muchos valores en el Ibex 35 que puedan presumir de haber superado la crisis del coronavirus con creces. Uno de ellos es Iberdrola, que, lejos de haber perdido valor en este 2020, ha conseguido superar los niveles de cotización que registró durante las primeras jornadas del año.
Como podemos observar en su gráfica de cotización, la eléctrica comenzó enero por encima de los 9 euros por acción, nivel que se fue incrementando en las siguientes semanas hasta alcanzar los 11 euros. Sin embargo, el establecimiento del estado de alarma en nuestro país supuso un freno en su cotización que, en las últimas semanas, ha comenzado a remontar. De hecho, durante esta semana la compañía ha logrado superar los 10 euros por acción. De hecho, Sergio Ávila, analista de IG, lo destaca como un valor que podría continuar con un movimiento alcista de vuelta en forma de 'V'.
Llamativos son también sus indicadores técnicos, por los que obtiene una puntuación de 9 sobre 10. La compañía se sitúa en fase alcista, con esa misma tendencia tanto en el medio como en el largo plazo. No obtiene la matrícula de honor porque todos sus indicadores son positivos excepto el rango de amplitud, que mide la volatilidad del valor, y que se muestra creciente a medio y largo plazo.
María Mira, analista fundamental de Estrategias de Inversión, considera a Iberdrola como una de las compañías más sólidas actualmente en el selectivo español. En el primer trimestre del año logró un beneficio neto de 1.257 millones de euros, lo que supone un 30% más que en el mismo periodo que el año pasado. Entre otros, la venta de la participación que poseía en Siemens Gamesa le ha supuesto una plusvalía de 485 millones. Aunque su deuda neta ha aumentado algo más de un 1%, la compañía todavía mantiene buenos niveles de liquidez.
Por estos motivos, la analista revisa su recomendación a positiva a medio/largo plazo, ya que la energética muestra calidad fundamental, buena visibilidad y perspectivas sólidas de crecimiento.
El consenso recomienda mantener
Por su parte, el consenso de analistas consultado por Reuters se inclina por mantener las acciones de Iberdrola, aunque establecen su precio objetivo en 9,87 euros, un 3% por debajo de su valor actual. Además, según las tendencias de recomendaciones de Estrategias de Inversión, la mayoría de analistas se inclinan por sobreponderar el valor.
Y es que Iberdrola ha sido una de las pocas firmas de la bolsa española que ha decidido mantener intactas sus previsiones efectuadas al inicio de 2020 para este ejercicio. A largo plazo, la compañía prevé obtener un beneficio neto de entre 3.700 y 3.900 millones de euros en 2022, así como un EBITDA que supere los 12.000 millones de euros. Por otro lado, el 11 de noviembre, en su día del inversor, presentará una actualización de su Plan Estratégico, que estaba inicialmente prevista para mayo.
Además, Iberdrola continúa con su apuesta por dos ejes principales: el impulso a las energías verdes, a través de proyectos en Suecia o España, así como la diversificación y expansión, con nuevas operaciones fuera de nuestras fronteras, en países como Francia o Sudáfrica. No obstante, esta semana se ha conocido que la eléctrica ha cancelado una inversión por valor de 1.000 millones de euros en México, destinada a la construcción de una central de ciclo combinado.
El dividendo tampoco ha sido un problema para la compañía. Iberdrola repartía el próximo 4 de agosto su dividendo complementario, que tendrá un valor mínimo de 0,232 euros por acción. El objetivo es alcanzar una retribución total al inversor de 0,40 euros por acción, correspondiente al ejercicio 2019.