En concreto, la venta del 10% de Gamesa y la reciente ampliación de capital, así como la previsible colocación de 2.600 millones de déficit de tarifa financiados por la eléctrica permitirán a Iberdrola reducir hasta 26.000 millones su deuda a fin de año.

Si además se decide a vender las participaciones en EDP y su red de transporte británica, la deuda podría reducirse hasta 24.000 millones y haberse reducido un 20% en apenas un año, señala el informe, que valora positivamente la estrategia del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán.

De hecho, UBS sostiene que el control de inversiones, las desinversiones y la contención de las expectativas de reparto de dividendos permitirán a la compañía mantener su 'rating' y "salir de la crisis más fuerte que el resto de sus competidores".

"Los directivos han sido muy activos a la hora de reducir el apalancamiento, y esperamos que lo sigan siendo", afirma, antes de considerar que "a las inversiones se les está dando un buen uso", ya que se están destinando a la ampliación del negocio eólico internacional.