La cifra final de accionistas, de los que casi todos son minoritarios, supone a juicio de Iberdrola una nueva muestra de la confianza de los titulares de acciones en el futuro de la compañía.

En concreto, los accionistas acogidos al séptimo PRD recibieron cerca de 5,2 millones de títulos de Iberdrola, un 90,6% más que en el anterior plan.

El dividendo al que se destina el plan fue de 0,184 euros brutos por acción y elevó la retribución al accionista con cargo a los resultados de 2008 a 0,332 euros brutos por acción, lo que supone un incremento del 20% respecto al ejercicio anterior.

En la cifra final se incluye el dividendo complementario de 0,184 euros, el dividendo ordinario de 0,143 euros y la prima por asistir a la junta general, del cinco céntimos por acción.

Según Iberdrola, el incremento ha sido posible gracias a las inversiones realizadas por la compañía en los últimos años y responde a los compromisos asumidos con los mercados.

El PRD de Iberdrola fue en su día un programa pionero entre las empresas no financieras del Ibex 35. La medida se creó con vocación de permanencia en el tiempo y con el fin de fidelizar al accionariado, y especialmente al minoritario.