Aparte de estas participaciones del 30% en Planta de Regasificación de Sagunto (Saggas) y del 25% en Bahía de Bizkaia Gas (BBG), la eléctrica ya ha vendido en lo que va de año sus participadas en Chile, el 10% de Gamesa, el 27% de la operadora de telecomunicaciones guatemalteca Navega y parte de su autocartera. En la actualidad, Iberdrola tiene como objetivo fundamental mantener su fortaleza financiera, con más de 9.000 millones de euros de liquidez, y maximizar el valor a largo plazo para los accionistas, manteniendo la actual política de dividendos.

Para ello, la empresa cerró recientemente una ampliación de capital por 1.325 millones de euros, que le permitirá complementar las desinversiones previstas y optimizar su estructura de capital.

Iberdrola espera que su deuda se sitúe en entre 25.000 y 26.000 millones a finales de año, frente a los 31.100 millones al cierre del primer trimestre, lo que reforzará su balance a corto plazo.

La captación de recursos en el mercado y los ingresos obtenidos con la venta de activos permite a Iberdrola mantener el ritmo de inversión prevista, que este año asciende a 4.200 millones de euros.