Desde aquellas historias y leyendas, Santa ha evolucionado mucho hasta hacerse protagonista de unos de los patrones cíclicos bursátiles más seguidos de los que hay durante el año. Este rally de Navidad, no es el único patrón que se sigue por los analistas. También existe el “efecto Enero”, normalmente bajista, entre otros. Sin embargo, el navideño es el más seguido y mediático. Realmente, este patrón, está formado por las últimas cinco sesiones del año y los dos primeros días de cotización del año siguiente. La razón para que se espere una mejora en las cotizaciones, es la misma que cuando a cualquier de nosotros nos hacen una foto. Si sabemos que van a sacarnos una foto, nos peinamos, sacamos la mejor sonrisa, y “listo, dispara”. A pesar de que esa sonrisa esté más forzada que el propio traje de Papa Nöel... 

Lo mismo pasa en el mercado cualquier semana del año cuando un título va a repartir dividendo. Normalmente, los inversores, empiezan a comprar ese título esperando llevarse esa rentabilidad, y normalmente, el título suele subir hasta el día en el que reparte, que en la apertura, se cotiza con ese precio minorado.

Se espera una subida en las acciones para “maquillar” la foto, para que parezca que el año ha ido mejor. También afectan las inversiones de las pagas extra de los inversores en el mercado, la aportación a fondos de inversión de renta variable por razones fiscales… Pero todo esto si existiera ese rallye, pero realmente existe? De verdad al final del año, la Bolsa sube? Cuántas veces ha pasado? Y si es así, podemos sacar conclusiones?


A continuación muestro una secuencia de años completos, de 2000 al 2011, en los que se analizan, por un lado, la evolución del IBEX durante ese año y el famoso rally navideño del anterior. Ese rally es la evolución desde los cinco últimos días del año anterior hasta los dos primeros del siguiente. Por tanto, como ejemplo, el de 2006 muestra la evolución de los últimos días de ese año y los dos primeros de 2007. En el siguiente gráfico, se analizan los rallies con la evolución del IBEX.



Vemos que de los 12 años analizados (omito el 2012 porque no se ha completado el patrón), sólo ha habido 2 años en los que Santa Claus nos ha traído pérdidas. Los otros 10, el regalo fueron beneficios, que llegaron hasta más del 4% el año 2008. Sin embargo, a pesar de que sólo 2 años, el Rally ha sido negativo, han sido 6 años los que el IBEX se ha comportado mal. Por lo tanto y, a priori, no tiene demasiado sentido premonitorio. Esto es como el que se empeña en que el mundo se acaba, por más que lo pienses, una vez pasado te das cuenta de que todo era un bulo. Pero la próxima vez, lo esperas como si quisieras de verdad que se acabara todo.

Sin embargo, vemos que en los años 2003-2006 (ciclo económico boyante) ambas variables subieron. Lo que sí vemos es que los años en los que el Rally navideño fue negativo, al año siguiente el IBEX tuvo un comportamiento pésimo. Es decir, regalos hay, pero que los baje Papá Nöel por la chimenea, es otra cosa…

Con estos datos soy de la opinión de que efectivamente, estamos viendo como nos ponemos guapos antes de que nos hagan la foto. Y por esto, a pesar de que, en teoría Papá Nöel va a bajar por la chimenea a dejarnos regalos, lo cierto es que pocos tenemos chimenea. Regalos habrá, pero nos da un poco igual que alguien se disfrace o que no venga en trineo tirado con renos. Lo importante es que desenvolvamos el regalo y aparezca un IBEX alcista, importe o no quien lo traiga. Parece que este año va a ser así y puede que traiga los 8500 puntos en la etiqueta.
Independientemente de quién traiga los regalos, si los hay, ya estamos en Navidad y es un tiempo para disfrutar. Para los que veías a Santa bajar por la chimenea, los que os disfracéis o los que estéis sonriendo para la foto, tras muchas semanas compartiendo líneas,

Feliz Navidad a todos!
@Tdetrading
@Alfonso_Morte