Grifols se desploma un 2,10% hasta los 30,48 euros y, es que, parece que los inversores se muestran más escépticos con la acción después de que ayer rondara los máximos anuales e históricos en 31,82 euros. No obstante, a pesar del tropiezo de hoy, su estructura alcista no se ve violada, de momento. Desde BNP Paribas indican que “la subida se mantendrá siempre y cuando el soporte se sitúe en 29,5 euros
. Por debajo de 29.5, el riesgo es una caída hasta 28 y 27”. De momento, parece que el valor tiene fuerza para remontar esta caída, como nos indica “el índice de fuerza relativa (RSI), que se encuentra por encima de su zona de neutralidad de 50 y, el indicador de convergencia/divergencia de medias móviles (MACD), que se sitúa por encima de su línea de señal y es positivo. Asimismo, el subyacente se sitúa por encima de su media móvil de 20 y 50 días (se sitúa a 28.45 y 28.48 respectivamente)”.

Bien es cierto, que desde el tropiezo que experimentó a finales de junio, cuando visitó niveles de 26 euros, y hasta ayer (cuando acabó cerca de máximos históricos), ha acumulado una subida vertiginosa del 20% en poco tiempo, lo que da lugar a las dudas. 



Ayer la agencia de rating Moody’s mejoraba la calificación crediticia de Grifols en un escalón, pasando de Ba3 a Ba2 con perspectiva estable, así como el rating de su deuda bancaria sénior asegurada a Ba1, y el rating de sus bonos a B1. Mood's justifica su decisión en los fuertes niveles de actividad operativa y los avances conseguidos por la farmacéutica en las sinergias derivadas de la adquisición de Talecris Biotherpeutics. La agencia de califiación espera que Grifols utilice su creciente saldo de caja para reducir su endeudamiento durante el próximo año y medio y mejorar sus costes de financiación.