Francisco González inauguró hoy el Encuentro ‘Expansión internacional de la empresa española. Riesgos y oportunidades’ que se celebra en Santander organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). “No es que los riesgos no existan -afirmó-, sino que el balance está abrumadoramente inclinado a favor de las oportunidades. Y porque, seguramente, el mayor riesgo de todos sea intentar aislarse de un sistema económico cada vez más global”. Tras comentar que muchas empresas españolas han sabido ver esa oportunidad, afirmó que desde los años 90, la expansión internacional de las empresas españolas ha sido un factor muy importante de modernización, de transformación social y económica y de creación de riqueza y empleo en nuestro país.A su juicio, el proceso de internacionalización de la empresa española empezó tarde, aunque ha sido rápido e intenso. “En 15 años, las empresas de nuestro país han alcanzado una presencia internacional más alineada con nuestro tamaño y nuestro peso en la economía global. No sólo las grandes empresas, sino también muchas otras de menor tamaño han sido protagonistas de este proceso”, apuntó Francisco González.
Cambio aceleradoLas grandes empresas que optaron por la internacionalización obtienen hoy casi la mitad de sus beneficios fuera de España -en BBVA, esta proporción es mayor del 50% y creciendo-. “Esto nos hace, a las empresas, y al país en su conjunto, menos dependientes del ciclo económico doméstico y, por tanto, más estables”, subrayó. Según Francisco González, “el proceso de internacionalización de las empresas españolas ha sido muy positivo, pero no está aún completo porque el éxito depende de nuestra capacidad para definir con claridad nuestros objetivos y nuestras estrategias”. Importancia de EE.UU
El presidente de BBVA enumeró algunas de las ventajas de EE.UU. como destino de inversión: Tiene un crecimiento potencial en torno al 3%, un punto porcentual por encima de la zona euro, y en algunos Estados, particularmente de la franja Sur (el Sun Belt), los potenciales de crecimiento son similares a las que se obtienen en los países emergentes. Así, Estados como Texas, con un PIB cercano a los de Canadá o España, ha crecido en los últimos 10 años a un promedio próximo al 4% y Arizona al 5%.Además del tamaño y la diversidad del mercado doméstico, la economía estadounidense ha establecido un número creciente de acuerdos de libre comercio que permite a las empresas allí instaladas abrir puertas a otros mercados. Por otra parte, la seguridad jurídica en el país es un factor positivo para la inversión. Y, sobre todo, EE.UU. es una economía altamente competitiva, con una amplia disponibilidad de recursos, con amplias oportunidades de financiación, con altos niveles de capital humano y que está situado en la frontera tecnológica. Como resultado, los niveles de exigencia son altos, y ello obliga a las empresas que aspiran a estar en el mercado a ser especialmente dinámicas e innovadoras. Francisco González subrayó que estos han sido algunos de los elementos que tuvo en cuenta BBVA al abordar nuestra expansión en la economía estadounidense. En 2004 hizo la primera adquisición ‘piloto’: un pequeño banco, Valley Bank, con sólo cuatro oficinas en el sur de California. Tras diferentes compras de bancos de mayor tamaño en el Estado de Texas, en 2007 cerró la compra de Compass Bank.