Medvedev aseguró que el día o la hora a la que el gas llegará a los países receptores (principalmente a los más afectados, como Bulgaria y Eslovaquia) depende también de las condiciones de tránsito a través de Ucrania. Según los expertos, desde que comienza el bombeo en Rusia hasta llegar a Europa suelen pasar unas 36 horas.

El representante de la empresa gasista confió en que la ausencia de suministro durante las pasadas semanas no haya afectado técnicamente a las tuberías. Según Medvedev, la imagen de Gazprom y de Rusia como fuente de energía fiable no debe resultar dañada por este conflicto, ya que "la reputación no se construye en un año, sino en décadas de suministro de gas a Europa".

Además, insistió en que la responsabilidad de lo ocurrido es de la parte ucraniana, y en que Rusia ha hecho "todo lo posible" por evitar una situación que les ha supuesto hasta el momento pérdidas de 800 millones de dólares. El responsable de Gazprom aseguró que a partir de ahora tratarán de acelerar los proyectos de gasoductos de "North Stream", o Gasoducto de Europa del Norte (NEGP), que permitirá a Rusia suministrar gas directamente a Europa, por debajo del Mar Báltico hacia Alemania, y de "South Stream", que aspira a unir Rusia con Bulgaria.

"Cuando estos proyectos estén en marcha, no habrá más problemas de suministro" a través de Ucrania, afirmó Medvedev. El gasoducto "Nabucco" con el que Europa trata de evitar a Rusia desde Asia Central y el Caspio, no tiene sentido para el directivo de Gazprom, ya que, señaló, "no hay gas con el que alimentarlo".