Para este grupo, que incluye a China e India, los gigantes de la región, el Producto Interior Bruto (PIB) real se contraerá en alrededor de un 6 por ciento en 2009, según las proyecciones del FMI.
Esa cifra negativa contrasta con la expansión de esas economías de un 3,5 por ciento en 2007, antes de que se sintiera el mayor impacto de la crisis.
Según el informe, el crecimiento de China llegará a un 6,5 por ciento en 2009, es decir la mitad del 13 por ciento registrado en 2007 antes de la crisis.
Esto es "un buen resultado" en el contexto de la crisis, ayudado por la influencia reducida del sector exportador debido a una alta importación y una intervención del Gobierno que ha ayudado a aumentar el consumo y la inversión en infraestructuras, dice el FMI.
En contraste, el organismo pronostica que la economía de la India crecerá un 4,5 por ciento en el 2009 tras registrar un crecimiento de 9 por ciento en 2007.
Para el 2010 se prevé que siga creciendo un 5,3 por ciento.
Esa ralentización es principalmente resultado de menores inversiones que reflejan los límites a la actividad financiera y sus consecuencias sobre el crédito interno.
Respecto a Japón, el Fondo pronostica una contracción del 6,25 por ciento en 2009 debido al fortalecimiento del yen y una limitación del crédito, factores que se han agregado a los problemas en el sector exportador.
Como resultado, añade el FMI, se espera que persista una deflación suave hasta por lo menos todo el 2010, señala.
Los aletazos de la crisis también se sentirán con fuerza en las otras economías avanzadas de la región, como las de Hong Kong, Corea del Sur, Singapur y Taiwán.
Entre esas economías, las más expuestas serán las de Singapur y Hong Kong debido a su importancia para los centros financieros mundiales, agrega el FMI.
Aunque no de forma tan dura como para las economías avanzadas, las de los países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) también sentirán el efecto de la menor demanda global y las restricciones al crédito.
Según las perspectivas para esos países, sus economías en conjunto registrarán una caída hasta dejar el crecimiento en cero en 2009, frente al 6 por ciento el año anterior.
"Aunque estas economías también han sido afectadas por la caída en el comercio global, la composición de sus exportaciones está menos concentradas en los bienes duraderos, que han sido los más golpeados por la crisis", dijo el FMI.

