Con el programa de recompra de acciones, E.on cede a la presión del mercado de capital de corregir su insana estructura de capital y colocar una parte de su fuerza financiera para la asistencia a su cotización.Debido a la venta de algunas participaciones y el fracaso de algunos intentos de adquisición, como el de la española Endesa, E.on tiene unas deudas que pagar menores que sus activos financieros.