La Comisión Europea
exige a Alemania nuevas medidas de reestructuración de WestLB para limitar las distorsiones de competencia o la devolución progresiva de las ayudas.


Bruselas cree que los fondos públicos recibidas por WestLB superan en 3.400 millones de euros la cantidad inicialmente prevista para el proceso de transferencia de su cartera de activos tóxicos a un 'banco malo'. Estas ayudas suplementarias, afirma Bruselas, "no son compatibles" con las normas de la UE sobre asistencia a bancos en dificultades.