Las entidades son reacias a prestar dinero a GM o Chrysler por varios motivos, aunque el principal, por temor a no recuperar el dinero. Recientemente, los asesores del gobierno han empezado a acudir a grandes prestamistas como Citigroup Inc y JP Morgan Chase & Co -ellos a su vez receptores de ayudas del Estado- para que colaboren en estas ayudas de emergencia, indican fuentes cercanas.
Los asesores también están estudiando el modo de incentivar a los bancos para que realicen préstamos, para que el gobierno pueda recuperar su dinero antes que los acreedores privados. Pero los bancos son muy reacios a estas medidas. Tanto GM como Chrysler insisten en que quieren evitar la bancarrota, y advierten que esta opción podría costarle al gobierno hasta 125.000 millones de dólares en ayudas de emergencia, aunque los expertos en bancarrota no creen que el importe sea tan elevado.

