Según los contratos, EDF venderá su participación del 18,75 por ciento en la energética francesa Snet a E.ON, mientras que E.ON obtendrá 800 megavatios de capacidad de generación de energía nuclear en Francia. Además, E.ON tomará un 35 por ciento de Snet que le traspasarán EDF y Charbonnage de France, lo que la convertirá en la única dueña de Snet.

EnBW recibirá el 50,4 por ciento que posee E.ON en la central termoeléctrica a carbón Rostock y derechos de obtención de energía de la central carbonera Buschhaus de E.ON, así como 800 MW de derechos de compra de energía nuclear de Alemania. La Comisión Europea ha mirado con sospecha el poder de mercado de las grandes empresas eléctricas de Europa y ha insistido en que se den más acceso unas a otras a sus mercados locales.

El presidente ejecutivo de E.ON, Wulf Bernotat, dijo que los intercambios, que aún deben ser aprobados por sus directorios y las autoridades antimonopolios, podrían promover la competencia energética en Europa.

"Mediante la compra total de Snet, ahora somos capaces de enlazar mejor nuestras actividades en Francia y conseguir sinergias valiosas. Por lo tanto, estamos fortaleciendo nuestra posición en el importante mercado de energía de Francia, el segundo mayor de Europa", comentó el ejecutivo.

De este modo, E.ON completó el requerimiento de deshacerse de 4.400 MW de capacidad de generación. Otras partes del pacto con la UE ya fueron acordadas con EnBW, la sueca Statkraft, la belga Electrabel (GSZ.PA) y la austríaca Verbund VERB.VIE.

EnBW dijo en un comunicado que las adquisiciones de capacidad térmica se sumaban a proyectos en energías renovables, con el fin de darle más flexibilidad a la empresa.