El presidente del banco suizo UBS, Marcel Ospel, admitió que la entidad no juzgó apropiadamente ni a tiempo las señales provenientes de Estados Unidos como para adoptar las acciones necesarias para preservar al banco de los efectos de la "tormenta que cayó posteriormente sobre los mercados financieros", aunque descartó su dimisión.Ospel se pronunciaba así en el discurso pronunciado en la junta extraordinaria de accionistas celebrada hoy por la mayor entidad bancaria suiza y una de las más afectadas por las turbulencias financieras derivadas de la crisis 'subprime' en EEUU, lo que
motivó que en 2007 perdiera 4.384 millones de francos suizos (unos 2.724 millones de euros), tras asumir cargas vinculadas con el 'subprime' por importe de 14.000 millones de dólares (9.475 millones de euros)."No hay duda de que juzgamos erróneamente una serie de factores", dijo Ospel, quien descartó su dimisión del cargo al afirmar que su "deber supremo es estar en primera línea, ayudando al banco a afrontar y superar sus actuales dificultades".