Según explica la consultora, esta caída de precios sin precedentes se debe a que la capacidad de compra de los consumidores se ha deteriorado en mayor medida que en años anteriores, al tiempo que la iniciación de viviendas ha excedido los niveles marcados por la evolución de la población.

El resultado de estas variables ha sido, según Standard & Poor´s, una bolsa de viviendas sin vender que podría alcanzar el millón de inmuebles al cierre del presente año.

Además, apunta que la demanda de ciudadanos británicos, que han venido adquiriendo viviendas vacacionales, está dejando de ser un soporte, puesto que estos compradores se han visto afectados por la crisis global y, más concretamente, por el debilitamiento de la lira esterlina frente al dólar.