Pese a esta desaceleración, el crecimiento del PIB se mantiene en cotas elevadas e iguala la cifra alcanzada en el cuarto trimestre del pasado año, cuando el crecimiento fue también del 4%, el mejor resultado desde el tercer trimestre de 2001. Los datos del INE, que deberán confirmarse el próximo día 29, cuando el organismo estadístico publique la tasa definitiva, coinciden con las previsiones del Banco de España, que en su último informe económico estimó un crecimiento interanual del 4% para la economía española en el segundo trimestre, y pronosticó un aumento del 0,8% en tasa intertrimestral. En este sentido, el organismo gobernado por Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha señalado que la economía española mantuvo entre abril y junio un "tono expansivo" aunque algo más atenuado.Asimismo, el Banco de España ha atribuido este menor crecimiento económico a la "suave moderación" del gasto en consumo y a la formación bruta de capital fijo. Dentro de este último componente, la inversión en equipo ha registrado un crecimiento cercano al 11%, tasa ligeramente inferior a la del primer trimestre, mientras que la inversión en construcción ha presentado una desaceleración "algo más marcada", con una tasa de crecimiento real próxima al 5%.
APORTACIÓN NEGATIVA DEL SECTOR EXTERIOR.Según la autoridad monetaria, la demanda exterior neta ha mantenido en el segundo trimestre una aportación negativa al PIB de siete décimas, al haberse acelerado tanto las exportaciones como las importaciones de bienes y servicios, que en el primer trimestre registraron incrementos reducidos.Por el lado de la oferta, el Banco de España ha destacado la "pujanza" de las ramas industriales y de servicios, así como la "suave moderación" de la actividad en el sector de la construcción.MENOR ENDEUDAMIENTO DE LOS HOGARES.
La institución ha señalado además en su informe que la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) ha tenido un "efecto limitado" sobre las decisiones de gasto de los agentes, aunque se ha dejado sentir "con mayor intensidad" en las decisiones de endeudamiento de los hogares.Asimismo, el menor empuje del gasto y el hecho de que las condiciones financieras fueran "menos holgadas", ha reducido el ritmo de endeudamiento de las familias, de manera que el crecimiento del crédito a hogares se ha situado en junio ligeramente por debajo del 16%, tasa inferior en más de dos puntos a la del trimestre anterior.Además de la subida de los tipos de interés, a este menor endeudamiento de las familias y a la "cierta contención" de su ritmos de gasto también ha contribuido, según el Banco de España, la normalización del sector inmobiliario, que ha registrado una "desaceleración muy gradual" en los precios del sector.El Banco de España subraya que este relevo es una "condición necesaria" para dar continuidad al "reequilibrio ordenado" de las fuentes de crecimiento de la economía española y para consolidar los avances en productividad.