El acuerdo para cerrar definitivamente los presupuestos alemanes para el año próximo se alcanzó después de más de 12 horas de negociaciones en la comisión parlamentaria con los votos favorables de los partidos de la gran coalición, cristianodemócratas (CDU), socialcristianos bávaros (CSU) y socialdemócratas (SPD).

Los presupuestos definitivos contemplan, entre otras cosas, inversiones por valor de 27.200 millones de euros, 1.350 millones más que los calculados inicialmente por Steinbrück en el borrador presentado antes del verano.

Todo esto conducirá a que el Estado registre previsiblemente un déficit presupuestario del 0,5 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB), volumen que el portavoz presupuestario del grupo parlamentario socialdemócrata, Carsten Schneider, calificó de "fenomenalmente bajo" habida cuenta de la crisis.

Schneider señaló que "gracias a nuestro programa de consolidación presupuestaria de los últimos años hemos conseguido un margen de actuación lo suficientemente amplio como para que el déficit no supere el 0,5 por ciento".

Su colega cristianodemócrata en la comisión presupuestaria, Steffen Kampeter, subrayó que el Gobierno "ha actuado con responsabilidad" al aumentar el endeudamiento para no estrangular la economía en estos tiempos de crisis.

La oposición formada por liberales, verdes e izquierda, en cambio, criticó a la gran coalición, y calificó el borrador presupuestario de "poco serio" y respuesta equivocada ante la crisis económica mundial.

Los tres partidos sostuvieron que el aumento del endeudamiento en 8.000 millones no refleja los riesgos reales que se avecinan, y que la coalición de la canciller Angela Merkel ha tomado como base de cálculo un "mini-crecimiento" económico cuando la mayoría de expertos parten de una recesión de hasta el uno por ciento.