¿Cuál es su análisis del 2018 para el mercado español?

Un año complejo. Por todas las circunstancias no solo en nuestro país sino en el resto del mundo. En nivel de precios van a tener unas pérdidas todos los mercados, salvo Noruega, que no es que sea el mercado más representativo.

Sin embargo hay factores muy positivos como por ejemplo que los mecanismos de liquidez y de formación de precios siguen siendo atractivos, una prueba de ello es que la posición de los inversores no residente ha alcanzado una cifra récord. Un 50%. Clara confianza en el mercado, el organismo y las compañías.

Ejecutan transacciones por una cuantía superior al 85%. Hay un impulso que viene del ahorro a largo plazo de no residentes que suple la falta del español. Y lo está haciendo de manera brillante, en mi opinión.

Y luego, que la transformación que se está llevando a cabo en España de los modos de financiación de las empresas, también estamos haciendo una contribución positiva con el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) y el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) que están teniendo unos crecimientos muy interesantes.

De hecho, en el MAB se han incorporado este año 21 nuevas empresas a diferencia del Mercado Continuo que han sido muchas menos...

En el MAB estamos ya en 100 empresas. Muy interesante que estas empresas como consecuencia de estar en el mercado su producción, sus ventas e incluso su formación de empleo ha mejorado.

Luego en el MARF estamos hablando de 67 empresas que han hecho uso de ello y es una novedad. Un buen indicador de la transformación que se está haciendo en España en línea con la pretensión de la Unión Europea de llegar al Mercado de Capitales Único (en inglés, el Capital Markets Union), para lograr más transparencia y menos dependencia de la financiación bancaria.

Los mercados organizados debemos jugar ahí un papel importante. Somos el único mercado (de los importantes) dónde hay cada vez más compañías negociadas. Si nos olvidamos de las SICAV que es un problema distinto.

¿En qué medida puede lastrar todo esto las nuevas medidas impositivas?

Es una gran preocupación para nosotros. No solo no es positivo sino que es contradictorio. Introduce un coste que afecta y lo hace menos competitivo. No ayuda a la transparencia, sino todo lo contrario. Puede producir localizaciones importantes de la negociación, de la inversión, puede fragmentar el mercado, su recaudación puede ser realmente compleja con riesgo de tener elementos discriminatorios… Lo mejor que podría pasar es que si tiene que existir un impuesto que fuera a nivel europeo, para que el trato sea igual.

En Suecia hubo que suprimirlo por el efecto tan negativo que tuvo, porque el mercado desaparecía.

Hay que pensar que la transacción tipo profesional en nuestro país, del 0,2%, es 66 veces más de lo que actualmente cobra el intermediario. Una subida de precios de 66 veces tendrá efecto.

¿Han hecho alegaciones formales?

Por supuesto.

¿Alguna respuesta?

Eso tiene su proceso legislativo.

También es algo que ha resaltado el atractivo dividendo de las empresas españolas, que han alcanzado un aumento respecto al 2017 cercano al 4%...

Es uno de los factores que a la gente que mira el pay out, en España el tipo de rendimiento por dividendo es del 4,5%, que teniendo en cuenta los tipos de interés imperantes en este momento es un magnífico rendimiento.

¿Cree que lo van a poder mantener en 2019?

Depende de las empresas, pero yo creo que los resultados estamos conociendo están bien ¿No?