La tranquilidad en el mercado de crédito volvió a dar un respiro a Wall Street. Los inversores dejaron de lado los temores a la crisis hipotecaria y prefirieron centrarse en las operaciones de fusiones y adquisiciones corporativas. Una tranquilidad de la que se han contagiado el principal índice asiático, el Nikkei. El selectivo nipón ha cerrado con una subida del 2.6% ayudado por la decisión del Banco de Japón, por la que mantiene los tipos de interés en el país nipón en el 0.5%.