A pesar de que los frentes siguen abiertos, acumulamos tres jornadas consecutivas de transición en zona de máximos.


Desde Oriente Medio no llegan precisamente buenas noticias.
En Libia la guerra sigue su curso y en Siria, los incidentes graves van en aumento.

En Europa, el foco de atención en Portugal donde los problemas y la presión siguen su curso. Rebajas de rating e insistencia en la perspectiva negativa del país por parte de las agencias de análisis y calificación de riesgos nos dan una idea de la delicada situación en la que se encuentra y le espera en el futuro a Portugal. Tensión que también vemos reflejada en el mercado de deuda soberana con reiteradas jornadas de tensionamientos en la curva de tipos que elevan el rendimiento de la deuda a diez años a las inmediaciones del 8% y a la prima de riesgo hacia los 500 puntos básicos.

Sin embargo, a diferencia de otros episodios de crisis de deuda periférica, el impacto queda concentrado en Portugal y además, con un impacto ciertamente reducido si tenemos en cuenta la dureza de los problemas a los que debe enfrentarse el país luso. Quizá gracias al apoyo recibido desde el BCE y me atrevo a decir desde China, Qatar o los Emiratos Árabes, Europa sobrevive sin impacto la tercera víctima de la periferia, Portugal. El del BCE quedó confirmado el lunes al anunciarse que tras tres semanas en ausencia de activismo, con el programa de compra de deuda del BCE, la semana pasada se invirtieron 432 millones de euros en adquirir deuda pública de los países de la zona euro.

Con todo, si centramos la atención en el selectivo español, podemos observar que la reacción alcista que se inició el pasado 17 de marzo, cuenta con ocho jornadas en su haber, permite superar con claridad la zona objetivo que establecíamos entre los 10.550 y los 10.600 y permite mantener al Ibex por encima de la misma. No obstante, como decíamos al inicio, la de ayer es la tercera jornada consecutiva de transición. Una transición que llega tras una reacción alcista que ha estado caracterizada por el bajo volumen negociado que por tanto, resta fiabilidad al movimiento.





Entonces, ¿Qué debemos esperar? En la medida que el Ibex se mantenga por encima de los 10.590, el movimiento podría extenderse hasta los 10.930 y los 11.150. Sin embargo, si en las próximas jornadas vemos la vuelta al protagonismo de los recortes y el Ibex pierde la referencia de los 10.490, no me sorprendería ver una aceleración de los recortes.