Según la entidad, entre octubre y diciembre el impacto de la reducción de valor de sus inversiones ronda los 1.700 millones de euros, por la ampliación de los diferenciales de crédito de referencia y por la puesta a cero de la cartera de CDO (obligaciones de deuda colateral).
Además, de esos 1.700 millones de euros, 700 millones corresponden al capítulo de acciones y 200 millones al impacto de la liquidación de bancos islandeses.
La entidad destacó que, tras la inyección de capital público, el ratio de capital Tier-1 (fondos de primera calidad) de la división bancaria se sitúa en el 11,2%, mientras que las actividades de seguros tienen un margen de solvencia del 188%.
En el último trimestre del año, los ingresos netos por intereses ascendieron a 4.992 millones de euros (el 22% más que un año antes).
En el ámbito de seguros, las primas brutas reportaron 4.585 millones (el 15% más).
Los ingresos netos procedentes de productos financieros quedaron en negativo hasta los 3.481 millones de euros; mientras que los gastos de explotación ascendieron a 5.600 millones de euros, lo que supone un incremento anual del 7 por ciento.
Las reducciones de valor fueron de 2.234 millones de euros, de los que 190 millones resultan de los productos adquiridos a los bancos americanos Lehman Brothers y Washington Mutual, que quebraron en 2008.

