En 2009 la mayoría de los países avanzados aflojará el bolsillo público con grandes desembolsos, pero algunos de ellos tienen previsto poco para el 2010, dijo Blanchard. "En este momento los gobiernos deberían estar pensando más en 2010 y quizá en 2011", explicó, pues el mejor estímulo son los proyectos de infraestructura, que se tarda algún tiempo en poner en marcha.

El FMI ha rebajado sus perspectivas de crecimiento mundial y ahora cree que el repunte sólo ocurrirá en 2010, según ha dicho su director gerente, Dominique Strauss-Kahn. Al mismo tiempo, no se puede dejar de lado el sistema financiero, cuya recuperación es fundamental para que la economía recobre su vigor, a juicio de la entidad. La gran asignatura pendiente en este sentido es ayudar a los bancos a liberarse de los activos "tóxicos" en sus balances, según dijo en la rueda de prensa Jaime Caruana, el jefe de temas financieros del FMI y ex gobernador del Banco de España. Esos títulos de mala calidad limitan su capacidad de prestar y mantienen un clima de incertidumbre en los mercados, de acuerdo con los expertos. Los funcionarios realizaron sus comentarios con motivo de la publicación por parte del Fondo de una serie de informes sobre las lecciones de la crisis actual, que servirán de material de debate para los miembros del G-20 en su próxima cumbre.

Una de sus conclusiones es que la falta de regulación fue un error claro y para corregirla Caruana propuso un aumento de la supervisión de las instituciones fundamentales para el buen funcionamiento del sistema financiero. En particular, aconsejó obligar a las entidades que operan en el mercado de derivados de crédito a mantener reservas de capital, tanto si son empresas de seguros como AIG, como si son fondos de riesgo. "Lo importante no es su estructura legal, sino sus funciones", dijo Caruana. Además, Blanchard sugirió que los bancos centrales endurezcan las tasas de interés no sólo cuando ven repuntes en la inflación, sino también cuando crean que se está creando una burbuja económica.

El Fondo también se quejó de la fragmentación de la regulación financiera y pidió más coordinación, con el establecimiento "de un foro legítimo y eficiente" a nivel mundial para este fin. La mirada atrás al período de gestación de la crisis llevó al FMI a reconocer que podría haber hecho mejor su trabajo. Su Consejo Ejecutivo, el órgano que toma las decisiones en el día a día, afirmó que una falla "clave" fue la ausencia de alarmas en el FMI y otras instituciones sobre los problemas que se acumulaban en los países avanzados.