Este resultado fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 103.673 millones de euros, un 3,8% menos, y unos ingresos de 77.899 millones, un 34,4% más.
  
En términos de caja, una metodología contable que anota los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado, el déficit del Estado ascendió a 29.681 millones de euros en los siete primeros meses del año, frente al saldo negativo de 50.946 millones registrado en el mismo periodo del año anterior.
  
 La recaudación neta obtenida hasta el mes de julio ascendió a 104.166 millones de euros, lo que supone un incremento del 10,4% en comparación con el mismo periodo de 2009.
 
 Los ingresos impositivos, que representan el 92,1% del total, crecieron por quinto mes consecutivo al aumentar un 14% gracias a las medidas de consolidación fiscal aprobadas por el Gobierno y a la estabilización de la situación económica.