Este resultado fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 73.538 millones de euros, un 15% menos, mientras que los ingresos sumaron 49.406 millones de euros, lo que supone una caída del 13%, según los datos ofrecidos este jueves por el secretario de Estado de Hacienda, Juan Manuel López Carbajo. .

En términos de caja, que computa los ingresos y gastos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado alcanzó un déficit de 23.495 millones de euros, inferior al déficit de 30.794 millones de 2010.

Los ingresos impositivos, que suponen el 92% del total, alcanzaron los 75.718 millones, un 4,2% más que un año antes. Así, la recaudación por impuestos directos aumentó un 3% y la de los indirectos, un 5,5%. El resto de los ingresos no financieros reportó 6.877 millones de euros, un 4,7% más.

Por impuestos, destaca el incremento del 6,5% del IRPF, hasta 32.297 millones de euros. Este esturó se explica, según Hacienda, "por el impulso de las menores devoluciones solicitadas respecto a 2010, la eliminación de la devolución anticipada por nacimiento en 2011 y el crecimiento de las retenciones del trabajo en el sector privado en un 3,2%".

En cambio, la recaudación por el Impuesto de Sociedades ingresó sumó hasta junio 4.006 millones de euros, un 15,6% menos.

Ya entre los indirectos, el IVA generó durante los seis primeros meses del año 26.774 millones de euros, lo que supone un incremento porcentual respecto a lo recaudado el año anterior del 9,4%, impulsado aún por la subida de los tipos del 1 de julio de 2010. Pese a que la tasa de crecimiento es fuerte, se ha ralentizado frente a meses anteriores. Economía lo atribuye al "aumento de las devoluciones practicadas en el mes, en consonancia con el fuerte crecimiento de las exportaciones".