El presidente y consejero delegado, Kenneth Chenault, resaltó que la empresa sigue mostrando una sólida rentabilidad en momentos difíciles para el sector de las tarjetas de crédito, lo cual atribuyó a su "flexibilidad" para adaptarse a un entorno económico muy difícil y a su "diversificado modelo de negocio".

La compañía redujo un 22 por ciento sus costes en el primer trimestre respecto al año anterior, para reducirlos a 3.600 millones de dólares, y aumentó su provisión de reservas a 1.800 millones, comparados con los 1.200 millones de un año antes, explicó en un comunicado de prensa.

Chenault precisó que se autorizaron gastos de más de 63.000 millones de dólares con sus tarjetas en EE.UU. y que a finales del trimestre tenía líneas de crédito abiertas por valor de 207.000 millones de dólares a disposición de consumidores y pequeños negocios en este país.

Señaló que, aunque había mejorado algo la tasa de impagos, "los indicadores de crédito reflejan el incremento de los niveles de desempleo y el debilitamiento general de la economía".

"Seguimos siendo muy cautelosos respecto a las perspectivas de la economía", agregó Chenault, quien manifestó que la compañía tiene previsto aplicar medidas adicionales en el segundo trimestre para reducir más sus costes operativos.

También expresó la disposición de la compañía a devolver los más de 3.000 millones de dólares de fondos públicos recibidos a cambio de títulos preferentes y opciones sobre acciones, si los reguladores lo consideran adecuado a la vista del resultado del análisis que han hecho de la capacidad del banco para afrontar un panorama financiero más turbulento.

En su división de servicios con tarjetas de crédito en EE.UU. registró una pérdida neta de 25 millones de dólares, frente a un resultado positivo de 523 millones hace un año y aumentó en 502 millones su provisión de fondos frente a impagos de crédito, hasta un total de 1.400 millones.

En los servicios internacionales logró un beneficio neto de 39 millones de dólares, comparado con los 133 millones de hace un año, y su provisión de fondos por impagos aumentó un 46 por ciento, a 335 millones de dólares.

Las acciones de esta compañía, que se convirtió a finales del pasado año en banca comercial, cerraron la sesión regular en la Bolsa de Nueva York, antes de difundir sus resultados, a 20,97 dólares, un 7,93 por ciento más caras que el día anterior