De momento sólo es una idea. El fondo Monetario Internacional (FMI) y la Zona Euro habrían estado debatiendo sobre la posibilidad de que el BCE pueda dotar al organismo internacional de suficientes recursos para que pueda prestar dinero a los países de la Eurozona que lo necesiten. Así se daría carpetazo a las trabas legales que impiden que la entidad pueda prestar dinero directamente a los estados mientros de la unión monetaria. Una forma indirecta de financiación que se haría a través del organismo internacional.

Los expertos reconocen que la solución de los Estados pasa por "cambiar los estatutos del BCE para que pueda imprimir dinero. Y, es que, la gente está desconfiando de la deuda europea aunque no estamos tan mal, pero es que se está permitiendo”, reconoce Ignacio Cantos, de Atlas Capital.


Los economistas consideran que sólo el BCE puede ofrecer una garantía creíble a los mercados, ya ven poco probable que se materialicen los planes para ampliar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés) hasta un billón de euros.