"Tenemos que ver cómo se alimenta a través de la liquidez en los próximos meses", dijo Asmussen.

El BCE ha ofrecido más de 1 billón de euros a tres años desde diciembre. Las dos operaciones de refinanciación a largo plazo para los bancos han reducido los diferenciales de la deuda y han ayudado a calmar los mercados, dijo Asmussen.

"Nadie debe esperar que hagamos un tercer LTRO basándose en que ya hemos hecho dos".

Las medidas no convencionales empleadas por el Banco Central con sede en Francfort para hacer frente a la crisis -compra de bonos soberanos de los países de la periferia europea y préstamos por tres años a los bancos- son temporales y sirven para prevenir la contracción del crédito en los 17 países que comprenden la unidad monetaria.

La liquidez adicional en el sistema financiero no ha causado un aumento en la tasa de inflación. En febrero, el índice de precios al consumidor (IPC) se situó en el 2,7%, lo mismo que en enero.

"Hacemos un seguimiento de la inflación muy cuidadosamente", dijo Asmussen, como es el cometido esencial del BCE. "Las expectativas de inflación de la zona euro están firmemente ancladas. Debido a los aumentos de los precios energéticos y los impuestos indirectos, es probable que la inflación se mantenga por encima del 2% en 2012, existiendo riesgos de aumento".

El objetivo del BCE es garantizar la estabilidad de la inflación cerca del 2% o menos.

Asmussen declaró que no es el momento más adecuado para retirar el apoyo, señalando que aún estamos en medio de la crisis y los responsables políticos deben empezar a considerar una política más estándar. "En nuestra opinión, es demasiado pronto para decidir sobre la retirada de las medidas no convencionales". Aún así, "Tenemos que empezar a pensar en cómo prepararla”.