"Apreciamos la previsiblemente rápida aplicación de estas medidas, necesarias y apropiadas para lograr un considerable progreso en la consolidación fiscal en 2010", afirmó la entidad en un comunicado, donde alabó el "fuerte compromiso del Gobierno griego para cumplir los objetivos fiscales de su programa de estabilidad".

En este sentido, la institución presidida por Jean Claude Trichet destacó que el recorte del gasto público y el ajuste de los salarios en el sector público representan una señal fundamental de sostenibilidad fiscal a largo plazo y para la mejora de la competitividad de la economía griega.

"El Consejo de Gobierno aprecia que el Gobierno griego reconozca que resulta imperativa la adopción y rápida puesta en marcha de reformas estructurales", añade el BCE, que apunta que estas reformas fiscales y estructurales permitirán a la economía griega superar las actuales dificultades y regresar a una senda de crecimiento sostenible con creación de empleo.