El problema de la inflación en el país sudamericano está obligando al Banco Central brasileño ha subir, de manera consecutiva en los últimos meses, los tipos de interés.
En las actas el Banco Central de Brasil ha insistido en una de sus últimas pretensiones, el control de la inflación. Sus miembros que las tasas más altas deberían limitar las presiones sobre los precios derivados de una fuerte debilidad de su divisa, sobre todo contra el dólar.
El IPC llegó a subir este año un 6,5% aunque las sucesivas intervenciones de la autoridad monetaria han provocado que en agosto el IPC haya caído hasta el 6,15%.
El control de los precios se ha mezclado, además, con otro problema; la depreciación del real frente al dólar. Aunque hoy sube más de un 1% y el par BRLUSD se coloca en 0,4295, la moneda brasileña ha llegado a perder alrededor de un 20% desde los máximos alcanzados en marzo. Por eso, en las actas también se refleja la preocupación de la la institución brasileña, que ha indicado que esta situación debe cambiar de tendencia lo antes posible.
BRLUSD intradiario
Fuente: Bloomberg
A finales del mes de agosto, el Banco Central de Brasil aumentó el precio del dinero en medio punto porcentual hasta el 9%. Los expertos de Barclays creen que podríamos ver una nueva subida de un 0,25% adicional en la próxima reunión. (Ver noticia)
Desde abril, el precio del dinero se ha encarecido en 175 puntos básicos desde un mínimo del 7,25%. Además, la economía brasileña está sufriendo un proceso de ralentización que ha llevado a la autoridad monetaria a empeorar las estimaciones de crecimiento del PIB hasta el 2,5% desde un 3-4% que habían previsto inicialmente.
Así, por primera vez en meses el BCB afirmó a través del último documento que se están generando las condiciones necesarias para que la balanza fiscal se sitúe en una situación de equilibrio. El gobierno brasileño había explicado que su posición fiscal era expansiva, antes de su decisión en julio, lo que era negativo para la inflación.