Si se excluyen los precios de alimentos y de combustibles, que son los más volátiles, el IPC de marzo subió el 0,2 por ciento, y la mayoría de los analistas cree que en abril subió el 0,1 por ciento.

Ayer el Departamento de Trabajo informó de que el índice de precios de productor (IPP) subió un 0,3 por ciento en abril, dentro de lo esperado por los analistas.

Si no se tienen en cuenta los precios de alimentos y combustibles, la inflación subyacente en el IPP fue del 0,1 por ciento, también dentro de los cálculos previos.

En un año el índice de precios de productor ha bajado un 3,7 por ciento, la mayor caída en 12 meses desde 1950. En el mismo período la inflación subyacente ha sido del 3,4 por ciento.