Vegara dijo que la "hoja de ruta" que el Ejecutivo prepara en la actualidad para abordar la posible reestructuración del sector financiero español "no acelera ni deja de acelerar" el proceso de recapitalización de entidades bancarias y aseguró que el Gobierno actuará con transparencia "si al final hubiera recursos públicos involucrados".

En este sentido, precisó que el Gobierno tendrá "un especial cuidado" en cualquier actuación que involucre dinero público, ya que, recordó, "no se trata de recursos del Ejecutivo, sino de los ciudadanos y, por lo tanto, hay que ser extremadamente cuidadosos en cómo los utilizamos".


Vegara no desveló si la hoja de ruta contempla la utilización de recursos públicos, pero consideró "razonable" el hecho de que el Pleno del Congreso de los Diputados haya solicitado al Gobierno la elaboración de un texto en el que se detalle "lo que potencialmente podría hacerse".

El Pleno del Congreso aprobó el pasado 17 de marzo una moción del PP, cuyo texto final fue consensuado junto con el PSOE y con CiU, que reclama una "hoja de ruta" para definir y concretar el proceso de reestructuración del sistema financiero español para acelerar las actuaciones destinadas a garantizar su solvencia y asegurar que la liquidez alcanza a la totalidad del sistema productivo.

El texto alude también a la necesidad de estudiar los posibles mecanismos de reestructuración y de "rechazar un proceso indiscriminado de recapitalización para el conjunto de las entidades financieras", algo que hoy también rechazó Vegara.

El secretario de Estado insistió en que el sistema financiero español "no es inmune", pero recordó que el Gobierno está "preparado" desde el pasado mes de octubre para intervenir o recapitalizar cualquier entidad si fuera necesario.

A pesar de ello, abogó por que sean las entidades financieras las que contemplen "una solución privada" a su situación en primer lugar y recordó que las entidades españolas también podrían hacer uso llegado el caso del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que recordó está financiado con las propias aportaciones de las entidades bancarias.