No solo a fin de año es un buen momento para poner en orden nuestras inversiones. Aunque pueda parecer el momento ideal para hacer balance y sobre todo por motivos fiscales, lo cierto es que, en cuestión de tiempo para pensar, el verano es ideal para poner al día nuestras acciones.
Es el momento en el que comienza la segunda parte del ejercicio, en una situación de incertidumbre y complejidad en la que los expertos nos dicen que hay que pensar y mucho en qué valores depositamos nuestros ahorros.
Uno de los más seguidos, es la política de pago de dividendos, especialmente para los inversores más conservadores, en el que destacan ahora mismo algunas compañías del Ibex. Algunas ya han indicado que pagarán en 2022 y otras todavía no.
En esta crónica les contamos, con la cotización actual de cada valor, cuáles son las mejores rentabilidades por dividendo del Ibex español. Un selectivo en el que las tres más elevadas destacan al superar la inflación media que se espera en el presente ejercicio. Todas pagan un mínimo anual del 7,8% y, a fin de año, comenzarán a pagar, en todos los casos su retribución al accionista a cuenta del próximo ejercicio.
No nos cansaremos nunca de recordarlo. La rentabilidad por dividendo para establecer el valor que aporta esa retribución, en ocasiones es muy relativa. Para que aporte ese valor debe contribuir con una mejora de las acciones en el mercado y no elevarse porque baja su cotización. Rentabilidad que viene marcada por el importe del dividendo, dividido por el precio de la acción y multiplicada por 100.
Es la mejor de las mejores, aunque son muchos los que indican que su política a largo plazo de dividendos, establecida en su Plan Estratégico hasta el año 2026, perderá peso dentro del selectivo. De momento, es la única de las grandes que anuncia lo venidero, porque no establece un porcentaje de pago sobre los beneficios, lo que se conoce como payout, si no una cantidad fija por ejercicio.
Su rentabilidad por dividendo alcanza un 8,85%. Se paga además en dos fechas diferenciadas, la primera, habitualmente en diciembre, el dividendo a cuenta y en julio el complementario, de mayor entidad. La retribución de este año, con cargo a los resultados de 2021, alcanzaba a fin de año los 0,68 euros y los 1,02 euros en verano. En total 1,70 euros por acción.
En total, la compañía ha destinado a dividendo más de 445,7 millones de euros, los 178,7 de diciembre y los 267 de julio. Para 2022, la subida de la remuneración al accionista alcanzará los 1,72 euros, un 1% más que el último repartido.
Es el segundo mejor dividendo en el Ibex, por la mínima, ya que su rentabilidad alcanza el 8,83% en estos momentos, más elevado por la caída de casi el 4% que vive este año. Los pagos de Mapfre se producen entre noviembre y diciembre, en el caso del dividendo a cuenta, que, con cargo a 2021 fue de 0,0606 euros por acción y el de mayo o junio, que en este 2022 se pagó en 0,857 euros. En total, 0,1463 euros por título de Mapfre.
Las progresiones de Bloomberg indican que, aunque la aseguradora ha retomado el pago prepandemia en este ejercicio, el aumento de la inflación lo relativizará con un pequeño recorte hasta los 0,143 euros en 2022, para retomar el de este año en 2023 y alcanzar, en 2024 los 0,151 euros por título. La siniestralidad y los precios que han lastrado sus cuentas en la primera
La eléctrica que dirige José Bogas ofrece el tercer mejor dividendo anual del Ibex. En estos momentos su rentabilidad por dividendo alcanza el 7,86%. En 2022, se han producido dos pagos, uno en enero, a cuenta de los resultados de 2021, por valor de 0,5 euros por acción y un segundo, en julio, el complementario de una cuantía de 0,9372 euros. En total alcanza los 1,437 euros por título de Endesa.
Pero lo cierto es que para 2022, 2023 y 2024 la política de payout, el montante de beneficio destinado a dividendo será inferior a la repartida hasta ahora, que era del 80%. En estos próximos ejercicios, solo ascenderá al 70%, con lo que, se espera merme la cuantía del mismo ya incluso para el año que viene.
Sobre todo, si tenemos en cuenta que, aunque se espera una mejora del beneficio por el hecho de que la energía se paga más cara, ese 10% unido al efecto negativo del impuesto del gobierno sobre los beneficios de las eléctricas, minimizará las ganancias.