Finalmente, la encargada de devolver la tensión a los mercados no ha sido la periferia, tampoco la elevada deuda de grandes potencias como Reino Unido, EE.UU. o Japón, ni siquiera, los datos económicos. De hecho, todos estos factores quedaron en un discreto segundo plano, cediendo todo su protagonismo a las tensiones geopolíticas en Libia y a un temible efecto contagio hacia Arabia Saudita.

Sin embargo, este temor incidió de forma significativa en todos y cada uno de los frentes que tenemos abiertos. Peor comportamiento en la periferia (frente al núcleo fuerte); por un lado vimos castigo para los activos de riesgo, liderado por el sectorial bancario, y por otro, el tensionamiento de las curvas de tipos y la ampliación de diferenciales respecto a la deuda alemana. En referencia a la crítica situación de las cuentas públicas, por el momento se mantiene el respeto a los países “demasiado grandes para advertir” pero… Japón, que ha cedido protagonismo en los últimos años, ya ha sido doblemente advertida. La última de estas advertencias, en la jornada de ayer, cuando Moody´s revisaba la perspectiva del rating Aa2, desde estable a negativa.

Con todo, la escalada del crudo enfatiza su rumbo alcista y el Brent se acerca a la referencia de los 108 y con ella, las autoridades europeas vuelven a hablar de temor a la inflación; si, a pesar de que hace a penas unas semanas, Trichet decía que el objetivo de inflación se mantenía controlado para el medio plazo.

Resumiendo, Libia y el desagradable cariz que han tomado las protestas pro democracia, han sido en este caso los encargados de poner de manifiesto la debilidad de la periferia, el creciente temor por la inflación… y en definitiva, dejando al descubierto las debilidades del momento actual, aquellas que sea cual sea el motivo, acaparan el grueso de las ventas. Así, ante tanto movimiento confuso que a veces complica identificar cual es la causa y cual el efecto, somos muchos los que nos planteamos, ¿Serán estos recortes a modo de realización de beneficios en unos índices que habían experimentado una contundente reacción alcista en el último mes y medio? Pero, si es así, ¿Por qué movimientos contundentes en el precio de oro? y sobretodo, ¿Por qué movimientos significativos en el VIX? La volatilidad del Dax se disparaba al alza en la jornada del lunes y ayer, hacía lo propio el VIX, que en la apertura, se anotaba avances del 19%. Sin duda, avances significativos que podrían estar advirtiendo la finalización de una formación de suelo. Y es que, la reciente reacción alcista del VIX, llega desde unos niveles que en el pasado ya actuaron de suelo y dieron paso a etapas de importante volatilidad. Así, me interesa ver si del mismo modo que ya ocurrió en mayo de 2.008 y en abril de 2.010, estamos a las puertas de una nueva etapa de elevada volatilidad. Para ello, deberíamos ver una continuidad alcista en el VIX que permita una ruptura clara de los 20.



Así, con unos índices que juguetean en las inmediaciones de soportes importantes para el corto plazo más inmediato; Ibex (10.700) Stoxx (3.000) y sectorial bancario (220), será decisiva la evolución de la volatilidad. Si la volatilidad no es capaz de superar los 20, aquí no pasa nada pero, cuidado si los avances tienen continuidad en las próximas jornadas, porque volatilidades por encima de los 20, podrían intensificar los avances hacia niveles de 26-30. Unos niveles, que sin duda animarían a los vendedores de renta variable y podrían propiciar un escenario de recortes contundentes.