La intención es corregir la situación con el objetivo de prevenir futuras crisis de deuda.

Bruselas atiende así una de las propuestas formuladas en agosto -después de que el Banco Central Europeo (BCE) empezara a comprar deuda de Italia y España por el agravamiento de la crisis- por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, según ha explicado la presidenta de la comisión de Política Regional de la Eurocámara, Danuta Hübner.

España estaría entre los países afectados, ya que es el segundo país que más se beneficia de los fondos estructurales, por detrás de Polonia. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ya expresó el año pasado su oposición a esta idea, que empezó a circular tras el primer rescate de Grecia.

Desde Bruselas han asegurado que la decisión no se adoptará hasta el jueves.