Esta 'joint venture' llevará a cabo en todo el mundo proyectos energéticos descarbonizados y prestará una atención especial en un primer momento a la generación eléctrica a través del hidrógeno, mediante la tecnología de captura y almacenamiento del dióxido de carbono (CCS) y combustible fósil para producir energía limpia.La inversión de 1.100 millones de euros se realizará en una planta de energía localizada en Kwinana, al Oste de Australia, y tendrá una capacidad de producción de 500 megavatios anuales, el equivalente a la demanda de medio millón de hogares. Los proyectos energéticos descarbonizados están basados en la conversión de materias primas de combustible fósil como el carbón, el coke de petróleo --un subproducto de refinería-- o el gas natural, en hidrógeno y gases de dióxido de carbono.Hydrogen Energy tendrá su sede en Weybridge, en el Sureste de Inglaterra, y contará con una plantilla inicial de 75 empleados procedentes de las dos compañías. El consejero delegado de Hydrogen Energy será Lewis Gillies, antiguo responsable de los negocios de energía de hidrógeno de BP, mientras que el antiguo responsable de evaluación de negocios de Rio Tinto Peter Cunningham ejercerá de director financiero.