El mix de cierre energético del pasado ejercicio colocaba a la energía solar a la cabeza en la producción española, pero el segundo lugar venía de la mano de la energía nuclear, en ocasiones denostada, pero que en lugares como Francia se prevé potenciar a medio plazo, con planes ya aprobados por el presidente Emmanuel Macron.
Todo ello ante la escasez de producción energética propia en la Unión Europea, que se ha desatado a cuenta de la guerra de Rusia sobre Ucrania con el petróleo y el gas disparado y con peligro de desabastecimiento en algunos países si Vladimir Putin cerrara el grifo en pleno invierno.
Y en ese punto, un primer atisbo, antes de la guerra y de que ayer jueves pusieran ese asunto sobre la mesa en el Consejo Europeo los jefes de Estado o de Gobierno de los 27, ya lo implementó Bruselas, en una decisión sin precedentes al inicio de febrero, etiquetando como verdes la energía nuclear y el gas de forma transitoria, un anuncio que llevó a revalorizarse a Berkeley Energia, ante la vuelta del debate de la más de un 10%.
De hecho, el valor ha ganado algo de fuerza y se encamina hacia zona de máximos anuales a cuenta de la revalorización marcada por el petróleo y el gas y que coloca al valor con avances anuales del 10% y con nota positiva desde el estallido de la guerra, con alzas en las últimas 20 sesiones cotizadas del 3,8%.
A pesar de ello está a años luz de los niveles que veíamos en el valor antes de su último varapalo, el ocurrido en el mes noviembre con Omán, aunque a finales del pasado ejercicio Berkeley volvía a resurgir con una elevada contratación e incluso marcaba en enero sus máximos anuales.
Sin embargo, sigue tendiendo algún revés en los tribunales. El último, el recogido el pasado 23 de febrero cuanto el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León estimaba un recurso del ayuntamiento del pueblo salmantino de Villavieja de Yeltes en el que declaraba nula una de las autorizaciones de la compañía para verter aguas residuales sobre los cauces de varios ríos en su término municipal y en el de Retortillo. La decisión anulaba una de las múltiples autorizaciones de Berkeley, en este caso, sobre la concedida por la Confederación Hidrográfica del Duero.
Los indicadores premium que elabora Estrategias de Inversión colocan a Berkeley en posición bajista con apenas 1 punto de los 10 posibles para el valor, solo en positivo con la volatilidad, que se muestra decreciente a medio y largo plazo para el valor.
En cuanto al resto de indicadores, la tendencia es bajista tanto a medio como a largo plazo, el momento total, lento y rápido es negativo y el volumen de negocio de Berkeley se muestra decreciente a medio y a largo plazo también.
Para el analista independiente Antonio Espín Berkeley Energía, “es un valor que experimenta fuertes cambios por los movimientos regulatorios y los latigazos que presenta son imprevisibles. Alguien puede decir…tomo en zona de un soporte principal, o muy cerca y así estoy seguro… pero hablamos de nueve céntimos, 0.097 euros, pero yo creo que no es una buena estrategia.