Han bastado tres jornadas para que Banco Santander, que presentó cuentas del ejercicio 2020 el pasado 3 de febrero, recupere cerca de un 11% en sus títulos.

En concreto, la entidad presidida por Ana Patricia Botín comunicaba la semana pasada al mercado unas pérdidas de 8.771 millones de euros frente a los 6.515 millones que ganó en 2019, debido al aumento de las dotaciones por la crisis del Covid-19 y asumir un deterioro de 12.600 millones en el valor de sus filiales en Reino Unido, Estados Unidos y Polonia.

Sin embargo, estos números no han desanimado a los inversores, sino todo lo contrario, al igual que ha ocurrido con los analistas que resaltan que, a pesar de los números rojos de Banco Santander, el banco ha aprovechado la debilidad de 2020 para acelerar las dotaciones que le permiten protegerse frente a insolvencias y no se ha olvidado de sus accionistas, al anunciar un dividendo de 0,0275 euros con cargo a las cuentas de 2020.

La última casa de análisis en pronunciarse acerca del presente y futuro de Banco Santander ha sido Barclays, y lo ha hecho con optimismo. Los analistas de Barclays ven a Banco Santander en los 3,10 euros por acción en los próximos doce meses y recomiendan sobreponderar el valor en cartera.

Además, tras los resultados financieros de 2020 y las previsiones para 2021, Barclays aumenta su "pronóstico de ganancias para 2022 en un 6%, principalmente por mejores volúmenes y costes de riesgo para la mayoría de las regiones en las que opera el banco".

Asimismo, los analistas británicos consideran que Banco Santander "cotiza a un precio inferior al de sus peers y ofrece una mayor rentabilidad (c.9% 2022E RoTE) que combina 1) crecimiento en los mercados de mercados emergentes y 2) reducción de costes disciplina en los mercados maduros con ganancias consensuadas aún por detrás de la guía de la compañía".

Desde noviembre del año pasado, las acciones de Banco Santander aguantan en un rango lateral entre los 2,376 euros y los 2,886 euros. "A nivel técnico, el primer soporte lo tiene en los 2,376 euros y luego tendría soporte también en la media de largo plazo que pasa por los 2,21 euros. Mientras no pierda esos niveles, no habría deterioro en el gráfico, que giró a positivo el 9 de noviembre", apuntan desde IG.