La decisión de subir los tipos era esperada por una pequeña mayoría de analistas.  Esta subida, la quinta desde octubre de 2009, sitúa al banco central australiano muy por delante del resto de los miembros del G20 en cuanto a normalización de los tipos de interés.

Los tipos llegaron a reducirse hasta el mínimo histórico de 3,0% tras la crisis mundial por el temor a una fuerte recesión y un pronunciado aumento del desempleo. Ninguna de estas situaciones se dio, permitiendo al banco central de Australia incrementar gradualmente los tipos.  Se espera que el banco central vuelva a subir los tipos en 2010 y en 2011.