Con esta decisión, la autoridad monetaria reanuda su política de endurecimiento que había aparcado en febrero y dijo que seguirá liderando el G20 en lo que respecta a la retirada de estímulos de la economía. En este sentido, indicó que la última subida de tipos es simplemente otro paso para devolver a la normalidad el nivel de los tipos de interés.

Los economistas apuntaron que cabe esperar nuevos incrementos en los tipos pero que el banco central australiano no endurecerá su política monetaria todos los meses. La intención es recuperar niveles normales, es decir, entre el 4,25% y el 4,75%.

Tras evitar la recesión en 2009, el Banco de la Reserva de Australia fue el primer banco central del G20 en empezar a subir los tipos de interés, con una racha de incrementos sin precedentes en octubre, noviembre y diciembre.

La economía australiana está iniciando un nuevo periodo de crecimiento. En enero, la tasa de desempleo cayó al 5,3%, no muy lejos del nivel considerado como pleno empleo para la economía.