La banca viene protagonizando una serie de escándalos difíciles de sostener -y defender- por buena parte de analistas e inversores. Al Banco Sabadell y a las cuotas participativas de la CAM, se suma ahora un nuevo actor: Banca Cívica, resultado de la unión de Caja Burgos, CajaSol, Caja Navarra y Caja Canarias. Con evidentes problemas de solvencia que quedaron patentes en los últimos test de estrés, su salida a bolsa se hizo cuanto menos llamativa en la medida en que no había aspecto fundamental que aguantase su cotización.
BANCA CÍVICA, MARZO
Desde Estrategias de Inversión podríamos haber llegado a realizar un análisis técnico de la compañía en la medida en que siempre lo hacemos, pero en vista de las respuestas concedidas por los analistas, la conclusión viene resumida en las palabras del subdirector para España de Hanseatic Brokerhouse, Alejandro Martín: “los precios están en caída libre y es complicado establecer posibles niveles donde pudieran dejar de caer. Desde que perdió los 2,15 euros lo mejor es estar fuera.” Pero, tranquilidad, el hecho de que el pez grande se haya comido al pequeño, en ocasiones, y ésta es una de ellas, ayuda.
Banca Cívica salió a cotizar en julio de 2011 a un precio de 2,7 euros por título de la entidad. Desde entonces no ha levantado cabeza, tendencia que vino a rematar este martes tras anunciarse su fusión con Caixabank -y por contraposición a esta-. “El entorno macroeconómico de hoy es claramente distinto al de la salida a bolsa de Banca Cívica”, asegura Juan José Alonso, analista de Dracon Partners EAFI. “Aquel 21 de julio los títulos cotizaban a 2,70€/acción contra los 1,78€/acción de hoy, una corrección del 50%. Sin embargo, las mayores entidades, también han reducido su valor en bolsa desde esa fecha, aunque con pérdidas cercanas al -30% de media, si miramos al Santander, BBVA y el propio CaixaBank.” Y, por tanto, calma. El nuevo grupo financiero resultante tendrá un valor superior a los 340.000 millones de euros y será el primero nacional después de superar al mismísimo BBVA. Además, algunos analistas destacan el buen hacer de Caixabank en la medida en que deberá lidiar con una deuda de 1.000 millones de euros de Banca Cívica y lo hará sin apenas despeinarse.
No obstante, la percepción que dejó en el mercado la salida a bolsa de Banca Cívica, entre otras, fue que se hizo precisamente de forma precipitada en un intento por salvar los muebles y cumplir con la EBA (European Bank Association). “La OPS se debió más a temas políticos que a otra cosa. A ver cómo explicas tú a todos aquellos que entraron en esa OPS en los entornos de 2,7 euros y ahora lo tienen a menos de 2”, afirma Roberto Moro, de Robertomoro.com, analista que reconoce, en todo caso, que Caixabank es “mucho mejor banco” de lo que podía serlo por separado Banca Cívica.
En la entidad resultante, el líder indiscutible del conglomerado de cajas que ha sido Banca Cívica, Caja Navarra, controlará tan sólo el 1,204% de las acciones dentro del Consejo de Administración.
Única opción: confiar en Caixabank
Redimir ahora las pérdidas que han sufrido desde el mes de agosto no tendría mucho sentido y menos aún cuando ya se han dejado por el camino más del 50% de su inversión. “Estamos hablando que les están cambiando cromos de algo que estaba perdiendo un 20% por algo que acumula, desde el año pasado, una caída de más del 25%, sobre todo, cuando han pasado tan pocos meses desde la OPS”, critica Moro.