Antes de que ese día abriera el mercado, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, había anunciado que el Gobierno aportaría "miles de millones de dólares" de inmediato para ayudar a los mayores fabricantes de automóviles.

De acuerdo con el plan anunciado por la Casa Blanca, General Motors y Chrysler recibirán de forma inmediata 9.400 y 4.000 millones de dólares, respectivamente, y en febrero la primera tendrá acceso a otros 4.000 millones de dólares.


Bush señaló que esos préstamos darían tiempo a los fabricantes para adoptar planes de reestructuración que les hagan viables y, si no lo consiguen, hacer los preparativos legales y financieros necesarios para reorganizarse al amparo del Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota.

Tras la fuerte subida del viernes, General Motors acusó hoy, además del efecto rebote, la publicación de un informe de Credit Suisse en el que se advertía de que la compañía podría llegar a perder todo su valor en bolsa.

Ese banco rebajó la calificación de sus títulos y apuntó que las condiciones de la ayuda otorgada la semana pasada por Washington a General Motors pueden significar la perdida total de su valor de mercado.

Las acciones de General Motors, la más necesitada de ayuda urgente, se han revalorizado en el último mes un 15%, aunque en lo que va de año acumulan una espectacular caída del 85% de su valor bursátil.

Tampoco le va mucho mejor a Ford, el otro gran gigante de Detroit que cotiza en Bolsa y que a poco más de una semana para que acabe el año acumula un descenso del 61,5% durante 2008.

Esa compañía, que de momento no ha solicitado ayuda financiera al Gobierno, cayó hoy un 12,2%, para cerrar en 2,59 dólares, con lo que deja muy atrás la subida del 4% lograda el viernes pasado.

En el último mes, en el que las negociaciones entre el sector y Washington han sido casi constantes, sus acciones han logrado remontar un 81%.

Con una perspectiva de cinco años, los títulos de Ford han caído un 83%, mientras que los de General Motors, que forma parte de los 30 valores del Dow Jones de Industriales, se han desplomado un 93%.

Durante la sesión de hoy los valores de Toyota cotizados en Nueva York cayeron un 6,45%, tras anunciar que prevé cerrar este año con pérdidas operativas por primera vez desde la década de 1940.

Daimler también bajó un 2,97%, Tata Motors un 5,68% y Navistar un 7,87%, mientras que una de las pocas excepciones del sector automovilístico en Wall Street fue Honda, que acabó la sesión de hoy con un tímido avance del 0,74%.